
¿Cómo oímos los sonidos? A continuación te explicamos cómo funcionan nuestros oídos:
Oído externo
Conocido como pabellón auricular, esta parte visible del oído recoge los sonidos del entorno y los envía al conducto auditivo externo.
Oído medio
La vibración de la membrana timpánica (tímpano) transmite el sonido al oído interno a través de tres pequeños huesos (martillo, yunque y estribo).
Oído interno
Se compone de dos partes principales: la cóclea, un sistema de células ciliadas complejas (células sensoriales) y el sistema vestibular que envía el sonido al cerebro para su procesamiento final.
Un audífono consta básicamente de uno o dos micrófonos, un amplificador y un altavoz, también llamado receptor.
El micrófono capta las ondas sonoras entrantes y las transforma en señales eléctricas. Estas señales se procesan individualmente en función de la pérdida auditiva y los parámetros de adaptación proporcionados por el audioprotesista.
Los complejos algoritmos de los audífonos reducen los efectos molestos de los sonidos fuertes y el ruido de fondo que dificulta la percepción del habla. También son capaces de realzar los matices de la música. Todos los sonidos procesados se convierten de nuevo en señales eléctricas para proporcionar un sonido real a través del conducto auditivo.
La energía que necesitan los componentes del audífono se suministra mediante pilas o soluciones recargables.
Los audífonos modernos incorporan también sistemas inalámbricos para sincronizar y optimizar el procesamiento de los audífonos izquierdo y derecho y establecer una conexión fiable y directa con dispositivos externos como televisores y teléfonos inteligentes.